El local sigue igual que cuando abrieron sus puertas hace ya quince años pero su oferta gastronómica ha ido variando: “Aunque mantenemos esos platos del principio, fuimos introduciendo cada vez más comida casera como callos de ternera, manitas de cerdo, carrilleras, ajoarriero, una vuelta a la cocina de siempre; pasamos de una cocina más impersonal a algo más elaborado”. Y es que Belén ha ido aprendiendo poco a poco la profesión. “Fui aprendiendo de los cocineros que teníamos, de la gente que ha estado trabajando con nosotros, ahora estamos ocho personas: mi yerno, dos cocineras, cuatro camareros y yo”.

Una parte importante de su oferta es la música, no en vano el nombre del local. Aunque ahora la pandemia lo ha parado todo, hasta hace poco no faltaban las actuaciones en directo de blues, mariachis…”en cuanto podamos lo recuperaremos”.

Feel The Music es hoy un local animado, con gente de diferentes edades, más de la zona entre semana y de todas partes el fin de semana movida por el boca a boca. “Mi satisfacción es cuando un cliente te dice que ha estado a gusto y ha disfrutado, por eso mi valoración de todos estos años es de diez, la gente nos valora, vuelve, y eso es importante”.

¿El futuro? “Jubilarme” (se ríe).